Identidad

Últimamente Gaspar está muy celoso de su identidad. Han pasado los siguientes sucesos:

Fui a buscar al Gaspar al jardin. "¡Hola mi perro!", le digo al verlo. "Mi perro no, Gaspar!", me corrige él.

Gaspar está sentado en el baño. "¿Listo hijo?", le digo yo. "Hijo, no, Gaspar!", puntualiza.

En el baño

"lo que se hereda no se hurta", "de tal palo tal astilla",... en fin, aprendizajes son aprendizajes.

Grandes Eventos

1. Día de la Madre.

Gaspar es convocado por su jardin para realizar un hermoso, corto y sentido show artístico para las madres. Él junto a sus compañeros bailan al ritmo de una canción alusiva a los perros... tal como denota su creativo cintillo de orejas.

Luego, en la casa, es retratado junto a su orgulloso hermano. Ambos muestran el regalo que nos hicieron a las madres en el jardin.

2. Cumpleaños de la tía Camila.

El segundo gran evento fue el cumpleaños de la tía Camila. Aquí aparece ella soplando graciosamente las velas junto a su hija Amanda.

3. Cosecha de Almendras.

Este último quizás está sobreevaluado al ser nombrado "gran evento", pero no deja de ser un momento importante: el momento de la cosecha. El Gaspi junto al Camilo cosecharon las almendras que botó nuestro milagroso almendro. Esto ocurrió aproximadamente unas dos semanas antes que los dos eventos anteriores.

Animismo

Momento 1:

Estoy en el computador, de pronto a mis pies escucho un grito de Gaspar:

"aaaah!... la torre no me deja...", dice el mientras lanza un lego lejos. Lo que pasó es que no pudo encajar bien los legos para hacer una gran torre.

Momento 2:

Gaspar está tratando de subirse al sillón que está apoyado contra la ventana. Su idea es subirse para mirar por la ventana para afuera. Le cuesta subirse. De pronto me mira y con cara de llanto dice: "aaah! este cojin no quiere que yo me suba!"

Momento 3:

Gaspar está jugando con sus motos y sus muñecas. Está intentado subir a la muñeca a la moto. Lo logra. Después de un rato, la muñeca se cae de la moto. Gaspar me va a acusar: "Mamá, la guagua no quiere subirse a la moto."

Sé que técnicamente este pensamiento en los niños se llama animismo, que es normal... ¡pero me encanta! Pero entre nos, ¡bien pesada la guaguá que no quiso subirse a la moto!