domingo, 26 de julio de 2009

La tía Camila


Esta es una de las primeras fotos del Gaspar con su tía Camila. Tía que viajó directamente desde Irlanda del Norte para festejar los 100 años de su abuelita y aprovechó de conocer a su exquisito sobrino nuevo.

Dicen que se parecen. ¿Los ojos son iguales, cierto? (Lo que me recuerda que tengo que hacer un post sobre los ojos de Gaspar).

domingo, 19 de julio de 2009

Días en la playa

De nuevo mi mamá y mi papá me llevaron a un lugar que ya me habían llevado antes y que no sé porqué les gusta tanto. A mi hermano Camilo le encanta y a mi hermano Pablo también le gusta. Es un lugar donde hay mucha gente y donde mi hermano Camilo se sienta a ¡hacer hoyos en el suelo! Y además hay una parte con agua que a todas las personas les gusta mirar que hace mucho ruido cuando se mueve.

A mi no me gusta. En ese lugar siempre hay viento y se me pone helada las nariz y las manos. Además a veces cuando alguien pasa corriendo al lado mío me llegan unas cositas chicas que me entran a los ojos y que me hace picar el pelo. Yo no sé por qué a mi papá le gusta, a mis hermanos le gusta, y a mi mamá le gusta. Entonces siempre hay alguien que quiere que yo me ría para sacarme una foto.

Mi mamá me dice "Mira Gaspar, que lindas las olas", "Mira Gaspar, los pajaritos volando". Yo miro, pero en mi casa también hay pajaritos volando y no hace taaanto frío. ¡¡¡No me gusta la playa!!! Pero mi mamá no me cree, y ya me ha llevado dos veces. Acá hay una foto de cuando yo era chico, que también me llevó al mar. Pero ahí no solo había viento, ¡también había mucho sol!. Lo bueno es que después de un rato, mi papá dijo "Vamos", y mi mamá dijo "Ya, además el Gaspito lo está pasando mal".

domingo, 12 de julio de 2009

Lucha infructuosa

Mi mamá y mi abuelita siempre quieren que me ponga algo en los pies. ¡Y a mi no me gusta!

Hace un tiempo mi mamá y mi papá me llevaron a una tienda donde una señora que yo no conocía me puso unas cosas grandes y rojas en los pies que tenian un cordón que es muy rico de chupar. Cuando hace mucho frío mi mamá me pone esos "zapatos". Pero yo me los saco. No me gusta tenerlos puestos en los pies, me gusta chupar el cordón que tienen colgando.

Y cuando no hace tanto frío mi mamá me pone unos zapatos azules que son muy buenos, porque se abren con una parte que cuando se tira suena "prrriiiit". Esos son los más entretenidos de sacarse. Yo hago "prrrrit" con un zapato, y después hago "prriit" en el otro zapato, y después me los saco. Pero a veces, después de sacarme los zapatos, encuentro que también tengo puesto ¡calcetines! Eso es un poco más difícil de sacar. Tengo que tirar con las dos manos de la punta de los dedos. Hasta que ufffff, sale el calcetín. Lo malo es que siempre debajo del calcetín hay una panty. Y esa si que no me la puedo sacar.

Yo quisiera tener los pies así piluchos, como en la foto. pie pelado

domingo, 5 de julio de 2009

Transformación

Cuando nació Gaspar, en esos primeros días de conocerlo, me dio la sensación de que Gaspar era como un buda: una persona apacible, sabia, y regordeta. Con el tiempo su tranquilidad, paciencia y buen humor siguieron siendo características que destacaban en él... hasta que cumplió siete meses.

Hace un mes yo diría (quizás menos) comenzó a sacar garras y voz. Las garras ya fueron mencionadas en el post anterior. Y sus gritos se han convertido en parte del paisaje auditivo habitual cuando:

  • alguien le quita un apetitoso libro o revista que él estaba degustando: AHHHGGGGG
  • cuando luego de un breve rato de estar sentado, cae hacia atrás y no puede reincorporarse: AAHHHHHGGG
  • cuando ya han pasado largas dos horas y media desde la última vez que ingirió alimento: AAHHHHGG
  • cuando está sentado en su coche más rato del que él considera tolerable: AAHHHGG
  • cuando quiere mirar el mundo desde la altura de los brazos de su madre/padre/abuelitos/nana: AAAAGGGGGGHH

  • ...y a veces, solo por el placer de pegar un buen grito.
¿Será que está aflorando todo el escorpión que hay en él?