jueves, 31 de marzo de 2011

El Otoño


Tanto al Camilo como al Gaspar les han enseñado en sus respectivos colegios y jardín que "llegó el otoño"; por lo tanto ha sido un tema de conversación en la casa.
Sin embargo, Gaspar todavía no entiende cabalmente qué es el "otoño".

- Mamá, ¿llegó el otoño?
- Sí, Gaspi, llegó el otoño.
- Llegó a mi casa?
- Sí.
Dicho eso, el Gaspar comienza a mirar por el living y hacia la puerta, como esperando ver a alguien.
- ¿Dónde está?, me pregunta.
- Noooo, Gaspar, el otoño llegó a nuestro jardín, al patio, no adentro de la casa.
Dicho eso, el Gaspar mira por el ventanal en busca del "otoño" en el patio. Al no ver nada, insiste:
- ¿Esta en el patio?
- Sí, el otoño está en los árboles y plantas del patio.

Al día siguiente, y yo diría que ya van unas cuatro ocasiones en que se repite el siguiente dialogo:
- Mamá, ¿llegó el otoño?
- Sí, Gaspi, llegó el otoño.
- Llegó a mi casa?
- Sí.
- Está acá?
- Sí.

(que tétrico debe sonar esto para un niño!)

lunes, 21 de marzo de 2011

1 ticket y 4 cruces. O ataque de sinceridad.

Para poner un poco de orden a esta familia, y especialmente a sus tres retoños masculinos, ayer comenzamos un sistema de "reglas claras". Hoy fue el primer día. A la hora de la comida, estábamos sentados el Gaspar, Camilo y yo, evaluando cómo se habían comportado en relación a las reglas que pusimos. Era el turno de Gaspar.
- "Gaspar, ¿ordenaste tus juguetes?"
- "No".
- "Pero, si yo los vi ordenados!", digo yo, intentado que recuerde bien sobre lo que le estoy preguntando. "¿Los ordenaste?"
- "No, la nana".
- "Ahh, la nana los guardó. ¿Y tú le ayudaste a la nana?"
- "No."
- "Pucha, una cruz para el Gaspar". Paso a la siguiente regla: "Gaspar, gritaste hoy día?"
- "Sí."
- "Pero Gaspar, acuérdate que no hay que gritar."
- "Muy mal Gaspar", se dice él mismo.
- "Gaspi, ¿y peleaste hoy día?
- "Sí."
- "¿Con quien peleaste?"
- "Con Camilo".
- "Pucha, Gaspi, otra cruz para ti, no hay que pelear."
- "Obedeciste hoy?"
- "No."
- "Y le faltaste el respeto a la mamá?"
- "No."
- "Muy bien, Gaspar. Tienes un ticket y cuatro cruces."
- "Muy mal Gaspar", se dice él mismo, nuevamente.


sábado, 12 de marzo de 2011

El mar


Hoy, que el mar vuelve a ser noticia, recuerdo cual fue el primer comentario del Gaspar, este verano, cuando vio el mar en Punta de Choros. Vio el mar y dijo:
- "Mamá, ¡Río Mapocho!"

Para entender este comentario, hay que saber que todo el año pasado, cuando iba con el Gaspar a su sala de cuna, cruzábamos el Río Mapocho (río pequeño y sucio que cruza Santiago), y él se asombraba con el agua turbia y escasa.

lunes, 7 de marzo de 2011

Ignominia

Siempre la acostada del Gaspar ha sido un trámite lento y difícil. Él suele demorarse al menos media hora en dormirse, media hora en que uno está con la luz apagada, sentada en la cama de él, entregándole tu mano para que Gaspar tome tu mano y la pose sobre distintas partes de su cuerpo: así, él toma tu mano y primero se pone la mano sobre la cara, luego sobre la oreja, luego la posa sobre en su guata, luego la deja sobre la rodilla, al rato la vuelve a poner sobre la cara, y así por al menos 20 minutos tu mano se transforma en una suerte de "oso peluche" o "guatero" que intenta acomodarse sobre Gaspar.

Antes de comenzar este ritual, en que la luz apagada y el sonido de los ronquidos del Camilo (quien duerme al lado), hacen que al menos a mi, me dé un sueño incontrolable, se debe entonar alguna canción: "los pollitos dicen" o "pin pon es un muñeco", o, ambos hits.

Y por supuesto antes de entonar ninguna canción, yo les digo "buenas noches" a Camilo, dándole un beso y un abrazo, y luego a Gaspar, dándole un beso, sentándome al lado de él, y entregándole mi mano para que comience su deambular habitual. De más está decir, que mi máximo deseo, mientras estoy allí, atrapada noche a noche, es que el Gaspar aprenda a dormirse solo, y yo pueda recuperar esa media hora para mi vida personal.

Todo este detalle de la acostada es relevante para que ustedes capten la envergadura de lo que ha sucedido esta noche:
1. Acuesto a Gaspar.
2. Hago el ritual mencionado, sin embargo al terminar la canción él me dice "Quiero pipí".
3. Vamos al baño, él hace caca.
4. Volvemos a la cama, le doy un beso de buenas noches, me vuelve a decir "Quiero pipí".
5. Vamos al baño, él vuelve a hacer caca.
6. Volvemos a su cama. Yo, ya media desesperada, le digo "Ya, Gaspar, duérmete", mientras me siento al lado de él en su cama.
7. Le doy mi mano. El se pone mi mano sobre su pecho, y a los pocos segundos me suelta la mano y me dice "Buenas noches mamá". Y se da media vuelta, dejando mi mano abandonada a la deriva de la cama.
8. Me paro y me voy.

¡¡Es mi sueño hecho realidad!! Que el Gaspar se duerma solo. Pero por alguna absurdísima razón, sentí, que el haberme echado así de su proceso de conciliación de sueño fue una vil ignominia. ¡Yo que tantas noches en vela le he dado!

martes, 1 de marzo de 2011

Mama, ¿qué es esto?


Hoy estábamos en la plaza de afuera de mi casa con el Gaspar. Él andaba en su triciclo, pero en un momento hizo un alto y se puso a jugar en un montón de piedras. Yo, que estaba a un par de metros de distancia, regando, de pronto escucho que Gaspar me grita:
- "Mama"
Yo sigo regando.
- "Mamá, ven."
- "¿Que pasa Gaspar?"
- "Mamá, qué es esto?", escucho que me pregunta.
Veo que Gaspar se acerca mostrándome algo oscuro en la mano. Me parece sospechoso, asi es que me acerco a él.
- "Mamá, qué es esto?"
Para mi horror, veo que el Gaspar ha tomado una caca de perro (la cual felizmente no estaba "fresca").
- "Nooo, Gaspar, bótalo, eso es caca!!!"
Gaspar no la bota y se devuelve corriendo a su triciclo. Insisto. De pronto veo que en el canastito del triciclo, ¡¡¡Gaspar había echado tres lulos de caca de perro!!! Casi morí.

Cantando

He aquí la primera de las evidencias mencionadas en el post anterior: Gaspar canta y "toca la guitarra". Maravilloso. Se ruega verlo con ojos de madre.

El siguiente video se ve pésimo, es horroroso: oscuro, sin movimiento, poco nítido. Pero tiene la gracia que se escucha. Y ahí están Camilo y Gaspar cantando con su papá.
Lo notable es que Gaspar hace la "segunda voz", es decir repite todas las frases, y lo mejor es que le pone todo el pino del mejor rockero.