¡Yo solo!

Yo ya estoy grande. Ya tengo un año. Me acuerdo todo lo que se alegró mi mamá cuando fue mi cumpleaños porque yo tenía un año y yo iba a ser grande. Pero parece que se le olvidó eso. Porque mi mamá quiere hacer todo por mi, igual como cuando yo era una guaguita!

Por ejemplo, a mi me gusta comer solo. Yo puedo tomar la cuchara y comerme toda la comida, y también puede comerme la comida usando mis manos. Pero siempre que estoy comiendo, allá va mi mamá se sienta al lado mío y trata de quitarme la cuchara para darme ella, o a veces ella trae otra cuchara y trata que yo abra la boca para que ella meta la cuchara de ella en mi boca y no la cuchara mía. ¡Mamá, dejame comer solo!

También ella siempre me quiere vestir. Yo ya sé que los calcetines son la ropa de los pies, y a veces trato de ponermelos yo solito, pero como no es tan fácil que el pie entre en el hoyo de los calcetines, ahí está mi mamá quitándome el calcetín de la mano para que me lo ponga ella. Tampoco me deja ponerme los zapatos ni tampoco los pantalones.

Y lo que casi nunca me deja hacer es sacarme el pañal yo solo. Yo ya sé como se hace porque es super fácil, hay que tirar de unas tiras que tienen al lado y que suenan cuando se despegan, y listo! Pero ahí está siempre mi mamá diciendome, "no gaspar". Bueno, hay una cosa que sí me deja hacer solito, y es pasarme las toallitas húmedas por mi potito y mi guata para limpiarme. ¡Al menos algo!

Asi es que a todos los niños que estén leyendo esto les aviso: si van a soplar una vela en su torta y su mamá les dice que ustedes ya son grandes, ¡no les crean!, lo dicen ahí no más y después se olvidan y siguen tratándonos como guaguitas chicas.